martes, 9 de noviembre de 2010

ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL

Enfermedades y afecciones

  • Clamidia : 

    ¿Qué es la infección por clamidia?

    La infección por clamidia es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) frecuente, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que puede afectar los órganos genitales de la mujer. Aunque generalmente la infección por clamidia no presenta síntomas o se manifiesta con síntomas leves, hay complicaciones graves que pueden ocurrir “en forma silenciosa” y causar daños irreversibles, como la infertilidad, antes de que la mujer se dé cuenta del problema. Esta infección también puede causar secreción del pene en un hombre infectado.

    ¿Qué tan común es la infección por clamidia?

    La infección por clamidia es la enfermedad de transmisión sexual bacteriana reportada con mayor frecuencia en los Estados Unidos. En el 2008, los 50 estados y el Distrito de Columbia reportaron 1,210,523 infecciones clamidiales a los CDC. Muchos casos no se reportan porque la mayoría de las personas con clamidia no saben que tienen la infección y no se hacen pruebas para detectar la enfermedad. Además, es frecuente que se traten los síntomas y no se hagan las pruebas de detección. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANEs, por sus siglas en inglés) se calcula que 2,291,000 personas de la población civil no institucionalizada de los Estados Unidos, entre los 14 y 39 años de edad sufren de la infección causada por C. trachomatis. Las mujeres se vuelven a infectar frecuentemente si sus parejas sexuales no reciben tratamiento.

    ¿Cómo se contrae la infección por clamidia?

    La infección por clamidia puede ser transmitida durante relaciones sexuales vaginales, orales o anales. También se puede transmitir de madre a hijo durante el parto vaginal.
    Toda persona sexualmente activa puede contraer la infección por clamidia. Entre mayor número de parejas sexuales tenga la persona, mayor es el riesgo de infección. Las adolescentes y las mujeres jóvenes que son sexualmente activas están expuestas a un mayor riesgo de infección porque el cuello uterino (la entrada al útero) no se ha formado completamente y es más susceptible a infecciones. Debido a que la clamidia puede transmitirse durante las relaciones sexuales orales o anales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también están en peligro de contraer la infección clamidial.

    ¿Cuáles son los síntomas de la infección por clamidia?

    A la infección por clamidia se le conoce como la enfermedad "silenciosa" porque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas. Cuando se manifiestan, los síntomas aparecen generalmente entre 1 y 3 semanas después del contagio.
    En las mujeres, la bacteria infecta inicialmente el cuello uterino y la uretra (el conducto urinario). Las mujeres con síntomas podrían presentar flujo vaginal anormal o una sensación de ardor al orinar. Algunas mujeres siguen sin tener signos ni síntomas aun cuando la infección se propague del cuello uterino a las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero); otras mujeres presentan dolor en la parte inferior del vientre, dolor de espalda, náusea, fiebre, dolor durante las relaciones sexuales o sangrado entre los períodos menstruales. La infección clamidial del cuello uterino puede propagarse al recto.
    Los hombres con signos o síntomas podrían presentar secreción del pene o una sensación de ardor al orinar; también pueden sufrir de ardor y picazón alrededor de la abertura del pene. El dolor y la inflamación de los testículos es poco frecuente.
    Los hombres o mujeres que tienen relaciones sexuales con penetración anal pueden contraer la infección clamidial en el recto, lo cual puede causar dolor, secreciones o sangrado en el recto.
    La infección por clamidia también puede presentarse en la garganta de las mujeres y hombres que han tenido relaciones sexuales orales con una pareja infectada.

    ¿Qué tipo de complicaciones pueden haber si no se trata la infección por clamidia?

    Si no es tratada, la infección puede avanzar y causar graves problemas reproductivos y de salud con consecuencias a corto y largo plazo. Al igual que la enfermedad, los daños que causa la infección a menudo no se perciben.
    En las mujeres, si la infección no es tratada, puede propagarse al útero o a las trompas de Falopio y causar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Esto ocurre en aproximadamente un 10-15 por ciento de las mujeres infectadas que no han recibido tratamiento. Clamidia también puede causar infección en las trompas de Falopio sin presentar síntomas. La EIP y la infección “silenciosa” en el tracto genital superior pueden causar daño permanente a las trompas de Falopio, al útero y a los tejidos circundantes. El daño puede llegar a causar dolor pélvico crónico, infertilidad y embarazo ectópico (embarazo implantado fuera del útero), el cual puede causar la muerte. La infección por clamidia también puede aumentar la probabilidad de infectarse con VIH si la persona se expone al virus.
    Para ayudar a prevenir las graves consecuencias de la infección por clamidia, se recomienda que las mujeres sexualmente activas de 25 años de edad o menos se realicen una prueba de detección de la clamidia al menos una vez al año. También se recomienda que las mujeres mayores de 25 años con factores de riesgo de contraer clamidia (por ejemplo, si tienen una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales) se realicen la prueba de detección anualmente. Todas las mujeres embarazadas deben hacerse una prueba de detección de la clamidia.
    Las complicaciones entre los hombres son poco comunes. En ocasiones, la infección se propaga al epidídimo (el conducto que transporta el semen desde los testículos) y causa dolor, fiebre y, rara vez, esterilidad.
    En muy pocos casos, la infección clamidial genital puede causar artritis que puede estar acompañada de lesiones en la piel e inflamación de los ojos y de la uretra (síndrome de Reiter).

    ¿Qué efectos tiene la infección por clamidia en la mujer embarazada y en su bebé?

    Hay cierta evidencia de que en las mujeres embarazadas, las infecciones clamidiales que no reciben tratamiento pueden propiciar partos prematuros. Los bebés que nacen de mujeres infectadas pueden contraer infecciones clamidiales en los ojos y en las vías respiratorias. La infección por clamidia es una de las causas principales de neumonía precoz y conjuntivitis en los recién nacidos.

    ¿Cómo se diagnostica la infección por clamidia?

    Existen pruebas de laboratorio para diagnosticar la infección por clamidia. En algunas pruebas se analiza la orina y en otras se requiere que la muestra sea obtenida de zonas como el pene o el cuello uterino.

    ¿Cuál es el tratamiento para la infección por clamidia?

    La infección por clamidia puede ser fácilmente tratada y curada con antibióticos. Los tratamientos usados más frecuentemente son una dosis única del medicamento azitromicina o una semana de tratamiento con doxiciclina (dos veces al día). Las personas VIH positivas que tienen la infección por clamidia deben recibir el mismo tratamiento que las personas que son VIH negativas.
    Todas las parejas sexuales deben ser evaluadas, hacerse las pruebas y recibir tratamiento. Las personas con infección por clamidia deben abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que ellas y sus parejas sexuales hayan terminado el tratamiento, de lo contrario podrían volverse a infectar.
    Las mujeres cuyas parejas sexuales no han recibido el tratamiento adecuado corren un alto riesgo de volverse a infectar. Tener infecciones múltiples aumenta el riesgo de que la mujer tenga graves complicaciones que afecten su salud reproductiva, como la infertilidad. Las mujeres deben considerar hacerse otra prueba tres meses después de finalizar el tratamiento para la primera infección. Esto es de especial importancia cuando la mujer no sabe si su pareja sexual ha recibido tratamiento.

    ¿Cómo puede prevenirse la infección por clamidia?

    La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es abstenerse del contacto sexual o tener una relación estable, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho pruebas y se sabe que no está infectada.
    Los condones de látex en los hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la clamidia.
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    Los CDC recomiendan que todas las mujeres sexualmente activas de 25 años de edad o menos y las mujeres de más edad con factores de riesgo de infecciones clamidiales (quienes tienen una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales), así como todas las mujeres embarazadas se hagan anualmente pruebas para detectar esta enfermedad. El médico debería siempre hacer una evaluación de riesgos de enfermedades sexuales, la cual podría indicar la necesidad de realizar pruebas de detección con mayor frecuencia en ciertas mujeres.
    Cualquier síntoma en el área genital como por ejemplo una llaga poco usual, flujo con olor, sensación de ardor al orinar o sangrado entre ciclos menstruales, podría significar que la mujer tiene una infección por una ETS. Si la mujer tiene alguno de estos síntomas, debe dejar de tener relaciones sexuales y consultar con un médico de inmediato. El tratamiento temprano de las enfermedades de transmisión sexual puede prevenir la EIP. Las mujeres a las que se les informó que tienen una enfermedad de transmisión sexual y están recibiendo tratamiento deben comunicárselo a todas sus parejas sexuales recientes (con las que tuvieron relaciones sexuales en los últimos 60 días), para que consulten con un médico y se hagan las pruebas para saber si tienen una ETS. No se debe reiniciar la actividad sexual hasta que todas las parejas sexuales hayan sido examinadas y, en caso de ser necesario, hayan recibido tratamiento.

  • Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) :

    ¿Qué es la EIP?

    La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP, también conocida por sus siglas en inglés como PID) es el término general que se utiliza para referirse a infecciones que se presentan en el útero (matriz), las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero) y otros órganos genitales internos y que causa síntomas como dolor en el abdomen inferior. Es una complicación grave de ciertas enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente de la infección por clamidia y de la gonorrea. La EIP puede afectar las trompas de Falopio y los tejidos del útero, los ovarios y las áreas circundantes. La EIP puede provocar consecuencias graves que incluyen infertilidad, embarazo ectópico (embarazo implantado en una trompa de Falopio o en otro lugar fuera de la matriz), formación de abscesos y dolor pélvico crónico.

    ¿Qué tan frecuente es la EIP?

    Se estima que anualmente en los Estados Unidos más de 750,000 mujeres han sufrido alguna vez de EIP aguda. Más de 75,000 mujeres podrían quedar infértiles cada año a consecuencia de una EIP y una gran proporción de los embarazos ectópicos que se presentan cada año son el resultado de una EIP.
    Entre más parejas sexuales tenga una mujer, mayor es el riesgo que tiene de contraer EIP. Asimismo, una mujer cuya pareja sexual tenga más de una pareja sexual enfrenta un mayor riesgo de contraer esta enfermedad debido a que potencialmente está expuesta a más agentes infecciosos.

    ¿Cómo contraen las mujeres la EIP?

    La EIP se presenta cuando las bacterias pasan de la vagina o el cuello uterino (la abertura al útero) de la mujer a sus otros órganos reproductores. Diversos tipos de organismos pueden causar la EIP, pero muchos casos están asociados a la gonorrea y la clamidia, dos enfermedades de transmisión sexual bacterianas muy frecuentes. Haber sufrido alguna vez de EIP aumenta el riesgo de que ocurra otra vez debido a que los órganos reproductores pueden haber sufrido daños la primera vez que se presentó la infección.
    Las mujeres sexualmente activas que están en edad de procrear son las que están expuestas a un mayor riesgo, y las mujeres que tienen menos de 25 años de edad tienen mayor probabilidad de contraer EIP que las mujeres mayores de esta edad. Esto se debe a que el cuello uterino de las adolescentes y mujeres jóvenes no está completamente formado, lo que aumenta su susceptibilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual relacionadas con la EIP.
    Entre más parejas sexuales tenga una mujer, mayor es el riesgo que tiene de contraer EIP. Asimismo, una mujer cuya pareja sexual tenga más de una pareja sexual enfrenta un mayor riesgo de contraer esta enfermedad debido a que potencialmente está expuesta a más agentes infecciosos.
    Las mujeres que usan duchas vaginales tienen un riesgo más alto de contraer EIP que las mujeres que no las utilizan. En investigaciones se ha indicado que las duchas alteran en forma dañina la composición de la flora vaginal (microorganismos que viven en la vagina) y pueden empujar las bacterias desde la vagina hacia los órganos genitales internos superiores.
    Las mujeres que utilizan dispositivos intrauterinos (DIU) pueden tener un riesgo levemente mayor de contraer la EIP durante el tiempo cercano a la inserción del dispositivo que las mujeres que utilizan otros métodos anticonceptivos o las mujeres que no utilizan ninguno. Sin embargo, el riesgo se reduce significativamente si a una mujer se le hacen pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual, y en caso de ser necesario, se le administra el tratamiento indicado antes de la inserción del DIU.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas?

    La EIP se puede presentar con síntomas leves o síntomas graves. Cuando la EIP es causada por una infección clamidial, es mas probable que la mujer experimente síntomas leves o no tenga síntomas del todo aún cuando sus órganos genitales estén siendo afectados. Debido a que los síntomas son tan poco específicos, frecuentemente la EIP no es detectada por las mujeres ni por los médicos. Las mujeres que presentan síntomas de EIP sufren, por lo general, de dolor en la parte inferior del vientre. Otros signos y síntomas incluyen fiebre, flujo vaginal poco usual que puede tener mal olor, relación sexual dolorosa, dolor al orinar, menstruación irregular y dolor en la parte superior derecha del abdomen (poco frecuente).

    ¿Cuáles son las complicaciones de la EIP?

    Un tratamiento pronto y adecuado puede ayudar a prevenir las complicaciones causadas por la EIP, tal como el daño permanente a los órganos genitales femeninos. Las bacterias causantes de la infección pueden invadir las trompas de Falopio sin presentar síntomas y transformar el tejido normal en tejido cicatricial. Este tejido fibroso bloquea o interrumpe el movimiento normal de los óvulos hacia el útero. Si las trompas de Falopio están totalmente bloqueadas por el tejido cicatricial, el espermatozoide no puede fertilizar el óvulo y la mujer queda infértil. La infertilidad también puede presentarse cuando las trompas de Falopio están bloqueadas parcialmente o ligeramente dañadas. Aproximadamente una de cada diez mujeres con EIP queda infértil, y si la mujer tiene múltiples casos de EIP, aumentan las posibilidades de infertilidad.
    Asimismo, una trompa de Falopio parcialmente bloqueada o levemente dañada puede hacer que un óvulo fecundado permanezca en la trompa de Falopio.
    Si el óvulo fecundado empieza a crecer en la trompa como si estuviera en el útero, se presenta un embarazo ectópico. A medida que avanza, el embarazo ectópico puede romper la trompa de Falopio y causar gran dolor, hemorragia interna y hasta la muerte.
    La aparición de tejido cicatricial en las trompas de Falopio y en otras estructuras pélvicas puede causar también dolor pélvico crónico (un dolor que dura meses y hasta años). Las mujeres que han sufrido en varias ocasiones de EIP tienen más probabilidades de sufrir infertilidad, embarazo ectópico o dolor pélvico crónico.

    ¿Cómo se diagnostica la EIP?

    La EIP es difícil de diagnosticar porque los síntomas son a menudo imperceptibles y leves. Muchos casos de EIP no son detectados porque la mujer o el médico no reconocen estos síntomas leves o no específicos. Debido a que no hay pruebas precisas para detectar la EIP, el diagnóstico se basa, por lo general, en hallazgos clínicos. Si se presentan síntomas como dolor en la parte inferior del abdomen, el médico debería realizar un examen físico para determinar la naturaleza y la ubicación del dolor y si hay fiebre, flujo anormal vaginal o del cuello uterino y señales de infección por gorronea o clamidia. Si los hallazgos indican que hay EIP, se hace necesario el tratamiento.
    El médico también puede ordenar pruebas para identificar el organismo causante de la infección (p.ej. infección clamidial o gonorreica) o para distinguir entre la EIP y otros problemas con síntomas similares. La ecografía pélvica es un procedimiento útil para diagnosticar la EIP. Este examen permite visualizar el área de la pelvis para ver si las trompas de Falopio están agrandadas o si hay un absceso. En ciertos casos, puede ser necesaria una laparoscopia para confirmar el diagnóstico. La laparoscopia es un procedimiento quirúrgico mediante el cual un tubo delgado y rígido con una luz y cámara en el extremo (laparoscopio) se inserta mediante una pequeña incisión en el abdomen. Este procedimiento le permite al médico ver los órganos pélvicos internos y obtener muestras para estudios de laboratorio, si es necesario.

    ¿Cuál es el tratamiento de la EIP?

    La EIP se puede curar con varios tipos de antibióticos. El médico determinará y recomendará la mejor terapia. Sin embargo, el tratamiento con antibióticos no corrige los daños que ya han ocurrido en los órganos genitales internos. Si una mujer tiene dolor pélvico y otros síntomas de EIP, es de vital importancia que busque atención de inmediato. Un tratamiento a tiempo con antibióticos puede prevenir daños graves a los órganos genitales. Entre más tiempo se demore la mujer en recibir tratamiento contra la EIP, mayor será la probabilidad de quedar infértil o de tener un embarazo ectópico en el futuro a consecuencia del daño que sufrieron las trompas de Falopio.
    Debido a la dificultad para identificar a los organismos que infectan los órganos genitales internos y a que más de un organismo puede ser el causante de un caso de EIP, esta enfermedad se trata, por lo general, con al menos dos antibióticos eficaces contra una amplia gama de agentes infecciosos. Estos antibióticos pueden ser administrados por vía oral o por inyección. Los síntomas pueden desaparecer antes de que se cure la infección, por lo tanto la mujer debe tomarse todos los antibióticos que le han sido recetados aunque ya no tenga síntomas. Esto ayudará a prevenir que la infección se vuelva a presentar. Las mujeres que están recibiendo tratamiento contra la EIP deben ser reexaminadas por su médico dos a tres días después de iniciado el tratamiento para asegurarse de que los antibióticos son eficaces y están curando la infección. Asimismo, la pareja o parejas sexuales de la mujer deben recibir tratamiento para disminuir el riesgo de reinfección, aunque no tengan síntomas, ya que aun así podrían estar infectadas con los organismos que causan la EIP.
    Se puede recomendar que una mujer sea hospitalizada para recibir tratamiento contra la EIP si: (1) está gravemente enferma (p.ej. tiene náusea, vómito y fiebre alta); (2) está embarazada; (3) no responde a los medicamentos o no los puede tomar por vía oral y necesita que los antibióticos se administren por vía intravenosa; (4) tiene un absceso en la trompa de Falopio o en el ovario (absceso tubo-ovárico); o (5) requiere de monitorización para asegurarse de que los síntomas no se deben a otra afección que puede requerir de cirugía urgente (p. ej. apendicitis). Si los síntomas persisten o si el absceso no desaparece, es posible que se necesite realizar una cirugía. Las complicaciones de la EIP, como el dolor pélvico crónico y la cicatrización, son difíciles de tratar, pero en ciertas ocasiones mejoran con la cirugía.

    ¿Cómo puede prevenirse la EIP?

    Las mujeres pueden protegerse contra la EIP tomando medidas para prevenir las enfermedades de transmisión sexual o, si contraen una ETS, tratándose la enfermedad a tiempo.
    La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es abstenerse de tener relaciones sexuales o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho pruebas y se sabe que no está infectada.
    Los condones de látex en los hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la clamidia y de la gonorrea.
    Los CDC recomiendan que todas las mujeres sexualmente activas de 25 años de edad o menos y las mujeres de más edad con factores de riesgo de infecciones clamidiales (quienes tienen una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales), así como todas las mujeres embarazadas se hagan anualmente pruebas para detectar esta enfermedad. El médico debería siempre hacer una evaluación de los riesgos que tienen las mujeres de contraer enfermedades sexuales, la que podría indicar la necesidad de realizar pruebas de detección con mayor frecuencia en ciertas mujeres.
    Cualquier síntoma en el área genital como por ejemplo una llaga poco usual, flujo con olor, sensación de ardor al orinar o sangrado entre ciclos menstruales, podría significar que la mujer tiene una infección por una ETS. Si la mujer tiene alguno de estos síntomas, debe dejar de tener relaciones sexuales y consultar con un médico de inmediato. El tratamiento temprano de las enfermedades de transmisión sexual puede prevenir la EIP. Las mujeres a las que se les informó que tienen una enfermedad de transmisión sexual y están recibiendo tratamiento deben comunicárselo a todas sus parejas sexuales recientes, para que consulten con un médico y se hagan las pruebas para saber si tienen una ETS. No se debe reiniciar la actividad sexual hasta que todas las parejas sexuales hayan sido examinadas y, si ha sido necesario, hayan recibido tratamiento.
  • Gonorrea : 

    ¿Qué es la gonorrea?

    La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), causada por la Neisseria gonorrhoeae, una bacteria que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del aparato reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la matriz), el útero (matriz) y las trompas de Falopio (también llamadas oviductos) en la mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y el hombre. Esta bacteria también puede crecer en la boca, la garganta, los ojos y el ano.

    ¿Qué tan común es la gonorrea?

    La gonorrea es una enfermedad infecciosa muy común. Los CDC calculan que más de 700,000 personas en los
    EE. UU. contraen infecciones nuevas de gonorrea al año.

    ¿Cómo se contrae la gonorrea?

    La gonorrea se transmite por contacto con el pene, la vagina, la boca o el ano. No es necesario que haya una eyaculación para transmitir o contraer la gonorrea. La gonorrea también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto.
    Las personas que han tenido gonorrea y han sido tratadas pueden infectarse de nuevo si tienen contacto sexual con una persona que tiene la enfermedad.

    ¿Quién está expuesto al riesgo de contraer la gonorrea?

    Toda persona sexualmente activa puede infectarse con gonorrea. En los Estados Unidos, las tasas más altas de infección se registran en adolescentes sexualmente activos, adultos jóvenes y afroamericanos.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas de la gonorrea?

    Aun cuando es probable que muchos hombres con gonorrea no tengan ningún síntoma, en algunos aparecerán signos o síntomas de dos a cinco días después de contraer la infección. Algunos síntomas pueden tardar hasta 30 días en aparecer. Entre los signos y síntomas se encuentran la sensación de ardor al orinar y una secreción blanca, amarilla o verde del pene. Algunas veces a los hombres con gonorrea les duelen los testículos o se les inflaman.
    La mayoría de las mujeres con gonorrea no tienen síntomas y, si los tienen, éstos son leves. Incluso cuando tienen síntomas, pueden ser tan poco específicos que se confunden con los síntomas de una infección vaginal o de cistitis. Entre los primeros signos y síntomas en las mujeres se encuentran una sensación de dolor o ardor al orinar, aumento del flujo vaginal y hemorragia vaginal entre períodos. Las mujeres con gonorrea están expuestas al riesgo de tener graves complicaciones por la infección, independientemente de la presencia o gravedad de los síntomas.
    Entre los síntomas de infección rectal, tanto en hombres como en mujeres, puede haber secreción, picazón, dolor y sangrado en el ano y dolor al defecar. También es probable que la infección rectal no esté acompañada de síntomas. Las infecciones de la garganta puede que provoquen dolor de garganta, pero por lo general no presentan ningún síntoma.

    ¿Cuáles son las complicaciones de la gonorrea?

    Cuando la gonorrea no se trata, puede ocasionar problemas de salud graves y permanentes tanto en hombres como en mujeres.
    En las mujeres, la gonorrea es una causa frecuente de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Anualmente, cerca de un millón de mujeres en los Estados Unidos contraen EIP. Los síntomas pueden ser bastante leves o muy graves e incluir dolor abdominal y fiebre. Si la EIP no se trata, puede provocar abscesos internos (pústulas llenas de pus difíciles de curar) y dolor pélvico crónico prolongado. Esta enfermedad también puede causar daños a las trompas de Falopio y producir infertilidad o aumentar el riesgo de un embarazo ectópico. El embarazo ectópico es una afección potencialmente mortal en la cual un óvulo fecundado crece fuera del útero, usualmente en una trompa de Falopio.
    En los hombres, la gonorrea puede provocar epididimitis, una afección dolorosa de los conductos de los testículos que si no se trata puede provocar infertilidad.
    La gonorrea puede propagarse a la sangre y a las articulaciones. Esta afección puede ser potencialmente mortal. Además, las personas con gonorrea pueden infectarse más fácilmente con el VIH, el virus que causa el SIDA. Las personas infectadas por el VIH que tienen gonorrea pueden transmitir el VIH con mayor facilidad que las personas que no tienen gonorrea.

    ¿Qué efectos tiene la gonorrea en la mujer embarazada y en su bebé?

    Si una mujer embarazada tiene gonorrea, es probable que le transmita la infección a su bebé cuando éste pasa por la vía de parto durante el nacimiento. Esto puede provocar ceguera, infección en las articulaciones y una infección sanguínea potencialmente mortal en el bebé. Tratar la gonorrea tan pronto como se detecta en la mujer embarazada reducirá el riesgo de estas complicaciones. Se aconseja que las mujeres embarazadas vean a un proveedor de atención médica para que las examinen y les hagan las pruebas y el tratamiento necesarios.

    ¿Cómo se diagnostica la gonorrea?

    Existen varias pruebas de laboratorio para diagnosticar la gonorrea. Un médico o una enfermera puede tomar una muestra de las partes del cuerpo que pudieran estar infectadas (cuello uterino, uretra, recto o garganta) y enviarla a un laboratorio para que se analice. Con un sencillo análisis de una muestra de orina se puede diagnosticar la gonorrea presente en el cuello uterino o en la uretra. Una prueba rápida de laboratorio que pueden realizar algunas clínicas y consultorios médicos es la prueba de tinción de Gram. Mediante esta prueba se analiza una muestra de la uretra o del cuello uterino permite al médico visualizar la bacteria en el microscopio. El examen de las muestras de uretra es más eficaz en los hombres que en las mujeres.

    ¿Cuál es el tratamiento de la gonorrea?

    Existen varios antibióticos con los que se puede tratar exitosamente la gonorrea en adolescentes y adultos. Sin embargo, ha estado aumentando el número de cepas de gonorrea resistentes a los medicamentos en muchas partes del mundo, incluidos los Estados Unidos, por lo que el tratamiento de la gonorrea es cada vez más difícil. Dado que muchas personas con gonorrea también tienen clamidia, otra ETS, se suele recetar antibióticos para tratar ambas infecciones al mismo tiempo. Se recomienda que las personas con gonorrea también se hagan pruebas para detectar otras ETS.
    Para curar la gonorrea, es necesario tomar todos los medicamentos que han sido recetados. Si bien los medicamentos detendrán la infección, no repararán ninguna lesión permanente que haya dejado la enfermedad. Las personas que han tenido gonorrea y se han curado, pueden contraer nuevamente la enfermedad si tienen contacto sexual con personas infectadas con gonorrea. Si los síntomas en una persona persisten después del tratamiento, ésta debe regresar al médico para que la evalúen nuevamente.

    ¿Cómo puede prevenirse la gonorrea?

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    La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas y que se sepa que no esté infectada.
    Los condones de látex, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la gonorrea.
    Todo síntoma genital, como por ejemplo secreción o ardor al orinar, una úlcera poco usual o una irritación, debe ser razón para dejar de tener relaciones sexuales y consultar de inmediato a un proveedor de atención médica. Una persona a la que se le ha diagnosticado y se le ha tratado la gonorrea debe informar de esto a todas sus parejas sexuales recientes para que vean a un proveedor de atención médica y reciban tratamiento. Esto reducirá el riesgo de que las parejas sexuales presenten complicaciones graves por la gonorrea y también disminuirá el riesgo de reinfección en una persona. La persona con gonorrea y todas sus parejas sexuales deben evitar tener relaciones sexuales hasta que hayan completado su tratamiento contra la enfermedad.

  • Herpes genital :

    ¿Qué es el herpes genital?

    El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por los virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2). La mayoría de los herpes genitales son causados por el tipo VHS-2. La mayoría de las personas infectadas por el VHS-1 o VHS-2 no presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos. Cuando se manifiestan los signos, usualmente lo hacen en forma de una o más ampollas en los genitales o el recto o alrededor de los mismos. Las ampollas se rompen formando úlceras dolorosas (llagas) que pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse la primera vez que se presentan. Típicamente, puede presentarse otro brote semanas o meses después del primero, pero casi siempre es menos intenso y de más corta duración. A pesar de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.

    ¿Qué tan común es el herpes genital

    Los resultados de un estudio representativo a nivel nacional revelan que el herpes genital es de frecuente ocurrencia en los Estados Unidos. En todo el país, por lo menos 45 millones de personas de 12 años en adelante o uno de cada cinco adolescentes y adultos ha tenido una infección por el VHS. Durante la última década, el porcentaje de estadounidenses con la infección por el herpes genital ha disminuido.
    La infección genital por el VHS-2 es más frecuente en las mujeres (aproximadamente en una de cada cuatro mujeres) que entre los hombres (aproximadamente en uno de cada ocho hombres). Esto puede deberse a que es más probable que ocurra la transmisión de hombre a mujer que la transmisión de mujer a hombre.

    ¿Cómo se contrae el herpes genital?

    El VHS-1 y el VHS-2 pueden encontrarse en las llagas causadas por los virus y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no tiene llagas. Por lo general, una persona solo puede infectarse con el VHS-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección genital por VHS-2. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una llaga visible y que no sepa que está infectada.
    El VHS-1 puede causar herpes genital, pero con más frecuencia causa infecciones de la boca y los labios, también llamadas “ampollas febriles”. La infección por VHS-1 en los genitales puede ser causada por contacto oral-genital o contacto genital-genital con una persona que tiene la infección por VHS-1. Los brotes del VHS-1 genital reaparecen con menos regularidad que los brotes del VHS-2 genital.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas del herpes genital?

    La mayoría de las personas infectadas por el VHS-2 no saben que tienen la infección. Sin embargo, si se presentan signos y síntomas durante el primer brote pueden ser bastante pronunciados. El primer brote ocurre generalmente dentro de las dos semanas siguientes a la transmisión del virus y las llagas se curan típicamente en dos a cuatro semanas. Otros signos y síntomas durante el episodio primario pueden incluir una segunda serie de llagas y síntomas parecidos a la gripe, entre ellos fiebre e inflamación de las glándulas. Sin embargo, la mayoría de las personas con la infección por VHS-2 nunca presentan llagas o pueden tener signos muy leves que no se notan o que se confunden con picaduras de insectos o con otras afecciones de la piel.
    La mayoría de las personas a quienes se les ha diagnosticado un primer caso de herpes genital pueden esperar tener varios (típicamente cuatro o cinco) brotes (recurrencias sintomáticas) en un período de un año. Por lo general, estas recurrencias disminuyen en frecuencia a medida que pasa el tiempo. Es posible que la persona se dé cuenta que tuvo un caso de herpes genital años después de que adquirió la infección.

    ¿Cuáles son las complicaciones del herpes genital?

    En muchos adultos el herpes genital puede causar dolorosas llagas genitales recurrentes y la infección por el herpes puede ser grave en personas con sistemas inmunitarios deprimidos Sean graves o no los síntomas, el herpes genital causa con frecuencia angustia emocional en las personas que saben que están infectadas.
    Adicionalmente, el VHS genital puede causar infecciones potencialmente mortales en los bebés. Es importante que las mujeres eviten contraer el herpes durante el embarazo porque una infección adquirida durante una etapa avanzada del embarazo conlleva un mayor riesgo de que el virus sea transmitido al bebé. Si una mujer tiene herpes genital activo al momento del parto, se realiza por lo general un parto por cesárea. Afortunadamente, es muy poco frecuente que una mujer con herpes infecte a un bebé.
    El herpes puede contribuir a la propagación del VIH, el virus que causa el sida. El herpes puede hacer que las personas se vuelvan más susceptibles a la infección por el VIH y que las personas infectadas por el VIH sean más infecciosas.

    ¿Cómo se diagnostica el herpes genital?

    Los signos y síntomas asociados al VHS-2 pueden variar ampliamente. Los proveedores de atención médica pueden diagnosticar el herpes genital mediante una inspección visual, si el brote es típico y mediante un análisis de laboratorio de una muestra de la llaga o de las llagas. Las infecciones por VHS se pueden diagnosticar entre brotes mediante un análisis de sangre. Estos análisis, que detectan los anticuerpos de la infección por el VHS-1 o el VHS-2, pueden ser útiles, aunque los resultados no son siempre precisos.

    ¿Hay tratamiento para el herpes?

    No existe un tratamiento que pueda curar el herpes, pero los medicamentos antivirales pueden acortar y prevenir los brotes durante el tiempo que la persona toma los medicamentos. Adicionalmente, la terapia supresiva diaria contra el herpes sintomático puede reducir la posibilidad de transmisión a las parejas sexuales de las personas infectadas.

    ¿Cómo puede prevenirse el herpes?

    La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es abstenerse del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
    Las enfermedades genitales ulcerosas pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas, que hayan o no estado cubiertas o protegidas con un condón de látex durante la relación sexual. El uso adecuado y habitual de condones de látex puede reducir el riesgo de adquirir el herpes genital.
    Las personas con herpes deben abstenerse de tener relaciones sexuales con parejas sexuales no infectadas cuando tengan lesiones u otros síntomas del herpes. Es importante saber que aunque la persona no tenga síntomas, todavía puede infectar a sus parejas sexuales. Se le debe indicar a las parejas sexuales de las personas infectadas que pueden contagiarse y que deben usar condones para reducir el riesgo. Las parejas sexuales pueden hacerse pruebas para determinar si están infectadas por el VHS. Un resultado positivo a un análisis de sangre para la detección del VHS-2 indica que lo más probable es que haya una infección de herpes genital.
  • VIH y ETS :

    ¿Cuál es la relación entre las ETS y la infección por el VIH?

    Las personas infectadas por ETS tienen una probabilidad de por lo menos dos a cinco veces mayor de contraer el VIH, si están expuestas al virus por contacto sexual, que las personas que no están infectadas. Asimismo, una persona infectada tanto por el VIH como por otra ETS, tiene mayor probabilidad de transmitir el VIH a otras personas a través del contacto sexual que las personas que están solo infectadas por el VIH (Wasserheit, 1992).
    Se cuenta con evidencia biológica considerable que demuestra que la presencia de otras ETS aumenta la posibilidad de contraer el VIH, así como de contagiarlo.
    • Aumento de la susceptibilidad. Las ETS parecen aumentar el riesgo de contraer la infección por el VIH mediante dos formas. Las úlceras genitales (p. ej., sífilis, herpes o chancroide) provocan rupturas en las paredes del aparato genital o en la piel. Estas rupturas le dan un punto de entrada al VIH. Además, la inflamación que provocan las ETS, tanto las que producen como las que no producen úlceras genitales, (p. ej., clamidia, gonorrea, y tricomoniasis) aumenta, en las secreciones genitales, la concentración de células que pueden ser vulnerables al VIH (p. ej., linfocitos CD4+).
    • Aumento de infecciosidad. Las ETS también parecen aumentar el riesgo de que una persona infectada por el VIH transmita el virus a su pareja sexual. Los estudios han demostrado que las personas con el VIH y que están infectadas por otras ETS tienen particularmente mayor probabilidad de propagar el VIH en las secreciones genitales. Por ejemplo, los hombres que están infectados por gonorrea y VIH tienen una probabilidad más de dos veces mayor de tener el VIH en sus secreciones genitales que los hombres que solo tienen el VIH. Además, la mediana de la concentración del VIH en el semen es hasta 10 veces más alta en los hombres que están infectados por gonorrea y VIH que en los hombres que están solo infectados por el VIH. Mientras más alta sea la concentración del VIH en el semen o en las secreciones genitales, mayor será la probabilidad de transmitir el VIH a una pareja sexual.

    ¿En qué forma el tratamiento de las ETS puede retardar la propagación de la infección por el VIH?

    Los estudios clínicos de intervención indican que la detección y el tratamiento de las ETS pueden reducir la transmisión del VIH.
    • El tratamiento de las ETS reduce la capacidad que tiene una persona de transmitir el VIH. Los estudios han demostrado que cuando las personas infectadas por el VIH reciben tratamiento contra las ETS, se disminuye tanto la cantidad del VIH en las secreciones genitales como la frecuencia en que se encuentra el VIH en estas secreciones (Fleming, Wasserheit, 1999).
    • El herpes puede hacer que las personas sean más sensibles a la infección por el VIH y que las que están infectadas por el VIH sean más infecciosas. Es sumamente importante que todas las personas en especial aquellas con herpes, sepan si están infectadas por el VIH y, si no lo están que tomen medidas para protegerse de esta infección.
    • Se están realizando ensayos clínicos entre las personas que tienen tanto herpes como el VIH para determinar si el tratamiento de herpes genital ayuda a prevenir la transmisión del VIH a las parejas.

    ¿Cuáles son las repercusiones en la prevención del VIH?

    La prevención y las pruebas de detección de las enfermedades de transmisión sexual así como los tratamientos contra las ETS, cuando se hacen adecuadamente, pueden desempeñar un papel vital en los programas integrales para prevenir la transmisión sexual del VIH. Asimismo, las tendencias de aparición de las ETS pueden ayudar a determinar en forma más precisa cuáles son los sitios en los cuales podría surgir una epidemia del VIH, lo cual permite utilizar los datos de vigilancia para pronosticar los sitios en los cuales podrían aumentar las tasas del VIH. Es necesario establecer mejores relaciones entre los esfuerzos de prevención del VIH y de las ETS en todo el país para lograr un mejor control de ambas epidemias.
    Debido a que existe una prevalencia constantemente alta de ETS en varias partes de los Estados Unidos, y a que hay más evidencias en los EE. UU. de que la epidemia del VIH está infectando cada vez más a las poblaciones con las tasas más altas de ETS curables, el CHAC o Comité Asesor de los CDC y la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA) para la Prevención de las ETS y el VIH/sida ha realizado las siguientes recomendaciones:
    • La detección y el tratamiento tempranos de las ETS curables deben pasar a ser una parte explícita de los programas integrales de prevención del VIH a nivel nacional, estatal y local.
    • En las áreas en las que son más frecuentes las ETS que favorecen la transmisión del VIH, se deben incrementar los programas de pruebas y tratamiento.
    • Las pruebas del VIH se deben recomendar siempre a las personas que recibieron un diagnóstico de ETS o se cree que presentan una ETS.
    • Los programas de prevención del VIH y de las ETS en los Estados Unidos, junto con los socios en los sectores público y privado, deben compartir la responsabilidad de implementar estas estrategias.
    El CHAC también hace notar que la detección y el tratamiento tempranos de las ETS deben ser solamente una de las partes de un programa integral de prevención del VIH que debe, además, incluir una serie de intervenciones sociales, biomédicas y del comportamiento.
  • Sífilis  :

    ¿Qué es la sífilis?

    La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por la bacteria Treponema pallidum. A menudo se le ha llamado “la gran imitadora” porque muchos de sus signos y síntomas no se distinguen fácilmente de otras enfermedades.

    ¿Qué tan frecuente es la sífilis?

    En los Estados Unidos, las autoridades de salud registraron más de 36,000 casos de sífilis en el 2006, de los cuales 9,756 eran de sífilis primaria y secundaria. Asimismo, la mitad de todos los casos de sífilis primaria y secundaria en el 2006 se reportaron en 20 condados y 2 ciudades, y en su mayoría correspondían a personas de 20 a 39 años de edad. La incidencia más alta de sífilis primaria y secundaria se registró en mujeres de 20 a 24 años de edad y en hombres de 35 a 39 años. Los casos de sífilis congénita reportados en recién nacidos aumentaron de 339 casos nuevos en el 2005 a 349 en el 2006.
    Entre el 2005 y el 2006, el número de casos reportados de sífilis primaria y secundaria aumentó en un 11.8%. Entre el 2000 y el 2006 las tasas de sífilis primaria y secundaria en hombres se incrementaron anualmente de 2.6 a 5.7, mientras que en las mujeres esto mismo ocurrió entre el 2004 y el 2006. En el 2006, el 64% de los casos reportados de sífilis primaria y secundaria correspondieron a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH).

    ¿Cómo se contrae la sífilis?

    La sífilis se pasa de una persona a otra a través del contacto directo con una úlcera sifilítica. Las úlceras aparecen principalmente en los genitales externos, la vagina, el ano o el recto. También pueden salir en los labios y en la boca. La transmisión de la bacteria ocurre durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Las mujeres embarazadas que tienen esta enfermedad pueden pasársela a los bebés que llevan en el vientre. La sífilis no se propaga por el contacto con los inodoros, las manijas de las puertas, las piscinas, las bañeras normales o de hidromasaje, ni por compartir ropa o cubiertos.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas?

    Muchas personas que tienen sífilis no presentan síntomas durante años, pero aun así enfrentan el riesgo de tener complicaciones en la fase avanzada si no se tratan la enfermedad. Las personas que están en la fase primaria o secundaria de la enfermedad transmiten la infección aunque muchas veces las úlceras sifilíticas no se puedan reconocer. Por lo tanto, las personas que no saben que están infectadas pueden contagiar la enfermedad.
    Fase primaria: La fase primaria de la sífilis suele estar marcada por la aparición de una sola úlcera (llamada chancro), pero puede que haya muchas. El tiempo que transcurre entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma puede variar de 10 a 90 días (con un promedio de 21 días). Por lo general, el chancro es firme, redondo, pequeño e indoloro. Aparece en el sitio por donde la sífilis entró al organismo. El chancro dura de 3 a 6 semanas y desaparece sin ser tratado. Sin embargo, si no se administra el tratamiento adecuado la infección avanza a la fase secundaria.
    Fase secundaria: La fase secundaria se caracteriza por erupciones en la piel y lesiones en las membranas mucosas. Esta fase suele comenzar con la aparición de una erupción de la piel en una o más áreas del cuerpo, que por lo general no produce picazón. Las erupciones de la piel asociadas a la sífilis secundaria pueden aparecer cuando el chancro se está curando o varias semanas después de que se haya curado. La erupción característica de la sífilis secundaria puede tomar el aspecto de puntos rugosos, de color rojo o marrón rojizo, tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. Sin embargo, en otras partes del cuerpo también pueden aparecer erupciones de aspecto distinto, o que son similares a las causadas por otras enfermedades. Algunas veces, las erupciones asociadas a la sífilis secundaria son tan leves que pasan desapercibidas. Además, puede que se presenten otros síntomas durante la fase secundaria de la sífilis, como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, caída del cabello en algunas áreas, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga. Los signos y síntomas de la sífilis secundaria desaparecen aun si no son tratados, pero si no se administra tratamiento la infección progresará a la fase latente y posiblemente hasta la última fase de la enfermedad.
    Fases latente y terciaria: La fase latente (oculta) de la sífilis comienza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada seguirá teniendo sífilis aun cuando no presente signos o síntomas ya que la infección permanece en el cuerpo. Esta fase latente puede durar años. En el 15% de las personas que no reciben tratamiento para la sífilis, la enfermedad puede avanzar hasta las fases latente y terciaria, que pueden aparecer de 10 a 20 años después de haberse adquirido la infección. En esta fase avanzada la sífilis puede afectar posteriormente órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Los signos y síntomas de la fase terciaria de la sífilis incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. El daño puede ser grave y causar la muerte.

    ¿Qué efectos tiene la sífilis en la mujer embarazada y en su bebé?

     
    La bacteria de la sífilis puede infectar al bebé durante el embarazo. Dependiendo de cuánto tiempo una mujer embarazada ha estado infectada, puede enfrentar un alto riesgo de tener un bebé que nazca muerto o de dar a luz un bebé que muere poco después de haber nacido. Un bebé infectado puede que nazca sin los signos y síntomas de la enfermedad. Sin embargo, si no es sometido a tratamiento de inmediato, el bebé puede presentar serios problemas al cabo de unas cuantas semanas. Si estos bebés no reciben tratamiento, pueden sufrir de retraso en el desarrollo, convulsiones o morir.

    ¿Cómo se diagnostica la sífilis?

    Algunos médicos pueden diagnosticar la sífilis mediante el análisis de una muestra líquida del chancro (la úlcera infecciosa) en un microscopio especial llamado microscopio de campo oscuro. Si las bacterias de la sífilis están presentes en la úlcera, se observarán en el microscopio.
    Otra manera de determinar si una persona tiene sífilis es mediante un análisis de sangre. Poco después de que una persona se infecta comienza a producir anticuerpos contra la sífilis que pueden ser detectados mediante una prueba de sangre segura, precisa y económica. El cuerpo presentará niveles bajos de anticuerpos en la sangre durante meses o incluso años después de que se haya completado el tratamiento de la enfermedad. Dado que la sífilis no tratada en una mujer embarazada puede infectar y posiblemente provocar la muerte de su bebé, toda mujer embarazada debe hacerse un análisis de sangre para detectar la sífilis.

    ¿Cómo se relaciona la sífilis con el VIH?

    Las úlceras genitales (chancros) producidas por la sífilis hacen que sea más fácil contraer la infección por el VIH y transmitirla por vía sexual. Se calcula que el riesgo de contraer la infección por el VIH es 2 a 5 veces mayor cuando la persona expuesta al virus tiene sífilis.
    Las ETS ulcerosas que producen llagas, úlceras o rupturas de la piel o de las membranas mucosas, tales como la sífilis, rompen las barreras que protegen contra las infecciones. Las úlceras genitales producidas por la sífilis pueden sangrar fácilmente y cuando entran en contacto con la mucosa bucal o rectal durante la relación sexual aumentan las probabilidades de infección y la susceptibilidad al VIH. El tener otras ETS también puede ser un factor importante para predecir una posible infección por el VIH, ya que las ETS son un marcador de las conductas asociadas a la transmisión del VIH.

    ¿Cuál es el tratamiento de la sífilis?

    La sífilis es fácil de curar en sus fases iniciales. Si una persona ha tenido sífilis durante menos de un año, la enfermedad se curará con una sola inyección intramuscular de penicilina, que es un antibiótico, y si ha tenido sífilis por más de un año, necesitará dosis adicionales. Existen otros antibióticos para tratar la sífilis en personas que son alérgicas a la penicilina. La sífilis no puede curarse con remedios caseros ni con medicinas que se venden sin receta médica. El tratamiento matará la bacteria que causa la sífilis y evitará futuras lesiones, pero no remediará las lesiones ya ocasionadas.
    Ya que existe un tratamiento eficaz contra la sífilis, es importante que periódicamente las personas se hagan las pruebas de detección de esta enfermedad si practican conductas sexuales que las ponen a riesgo de contraer ETS.
    Las personas que estén tratándose contra la sífilis deben abstenerse de tener contactos sexuales con parejas nuevas hasta que las úlceras sifilíticas se hayan curado por completo. Las personas que tienen sífilis deben avisar inmediatamente a sus parejas para que se sometan a pruebas y reciban tratamiento si es necesario.

    ¿La sífilis es recurrente?

    El hecho de que una persona haya tenido sífilis una vez no la protege de tenerla de nuevo. Una persona puede seguir siendo susceptible a la reinfección aun cuando se haya curado con el tratamiento. Solamente las pruebas de laboratorio pueden confirmar si una persona tiene sífilis. Dado que las úlceras sifilíticas pueden estar ocultas en la vagina, el recto o la boca, puede ser que una persona no se entere de que su pareja sexual tiene sífilis. El médico le ayudará a determinar si es necesario hacer nuevas pruebas de detección de la sífilis después de que haya concluido el tratamiento.

    ¿Cómo puede prevenirse la sífilis?

    La manera más segura de evitar contraer enfermedades de transmisión sexual, incluida la sífilis, es abstenerse del contacto sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas y que se sabe que no tiene ninguna infección.
    Abstenerse de consumir alcohol y drogas puede también ayudar a evitar la transmisión de la sífilis, ya que estas actividades pueden llevar a una conducta sexual peligrosa. Es importante que las parejas sexuales hablen entre ellas sobre si tienen el VIH o si en el pasado han tenido otras ETS, de manera que puedan tomar acciones preventivas.

     
    Las enfermedades genitales ulcerosas, como la sífilis, pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas que hayan estado cubiertas o protegidas con un condón de látex, así como en áreas que no estuvieron cubiertas durante la relación sexual. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer sífilis, herpes genitales y chancros, solamente si el área infectada o el área de posible contacto está cubierta.
    Los condones lubricados con espermicidas (especialmente el Nonoxynol-9 o N-9) no son más eficaces para prevenir la transmisión de las ETS que los otros condones lubricados. El uso de condones lubricados con N-9 no se recomienda para prevenir la infección de las ETS o del VIH. La transmisión de una ETS, incluida la sífilis, no puede prevenirse con lavarse los genitales, orinar o darse una ducha vaginal después de la relación sexual. Cualquier secreción, úlcera o irritación anormal, en particular en el área de la ingle, debe considerarse como una señal para dejar de tener relaciones sexuales y consultar al médico de inmediato.
  • Tricomoniasis :

    ¿Qué es la tricomoniasis?

    La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) frecuente que afecta tanto a hombres como a mujeres, siendo más frecuentes los síntomas en las mujeres.

    ¿Qué tan frecuente es la tricomoniasis?

    La tricomoniasis es la ETS curable que afecta con más frecuencia a mujeres jóvenes sexualmente activas. Se calcula que cada año se registran 7.4 millones de casos nuevos en mujeres y hombres.

    ¿Cómo se contrae la tricomoniasis?

    La tricomoniasis es causada por el parásito protozoario unicelular Trichomonas vaginalis. La vagina es el sitio más común donde ocurre la infección en las mujeres mientras que en los hombres es en la uretra (conducto urinario).
    El parásito se transmite a través de las relaciones sexuales con una pareja infectada ya sea por el contacto entre el pene y la vagina o por el contacto de vulva a vulva (área genital en la parte externa de la vagina). Las mujeres pueden contraer esta enfermedad de un hombre o de una mujer que tiene la infección pero los hombres suelen contraerla solamente por el contacto con mujeres infectadas.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas?

    La mayoría de los hombres con tricomoniasis no presentan signos ni síntomas, pero algunos puede que tengan una irritación temporal dentro del pene, una secreción leve o un poco de ardor después de orinar o eyacular.
    Algunas mujeres tienen síntomas o signos de la infección que incluyen un flujo vaginal espumoso, amarillo verdoso y con un fuerte olor. La infección también puede causar molestias durante la relación sexual o al orinar, así como irritación y picazón en el área genital de la mujer. En casos muy inusuales puede haber dolor en la parte baja del vientre. Los síntomas en las mujeres suelen aparecer de 5 a 28 días después de la exposición a la infección.

    ¿Cuáles son las complicaciones de la tricomoniasis?

    La inflamación genital que produce la tricomoniasis puede aumentar la susceptibilidad de una mujer a contraer la infección por el VIH, si queda expuesta a este virus. La probabilidad de que una mujer con VIH pase el virus a su pareja sexual (o parejas sexuales) aumenta si tiene tricomoniasis.

    ¿Qué efectos tiene la tricomoniasis en la mujer embarazada y en su bebé?

    Las mujeres embarazadas que tienen tricomoniasis pueden dar a luz bebés prematuros o con bajo peso (esto es menos de 5.5 libras).

    ¿Cómo se diagnostica la tricomoniasis?

    Para diagnosticar la tricomoniasis tanto en hombres como en mujeres, un proveedor de atención médica debe realizar un examen físico y una prueba de laboratorio. El parásito es más difícil de detectar en los hombres que en las mujeres. En las mujeres, el examen pélvico puede revelar la presencia de pequeñas ulceras rojas (llagas) en las paredes de la vagina o en el cuello uterino.

    ¿Cuál es el tratamiento de la tricomoniasis?

    La tricomoniasis suele curarse con medicamentos recetados, ya sea metronidazol o tinidazol en una sola dosis por vía oral. Los síntomas de la tricomoniasis en hombres infectados pueden desaparecer en unas cuantas semanas sin tratamiento alguno. Sin embargo, un hombre infectado que nunca haya tenido síntomas o sus síntomas hayan desaparecido, puede seguir infectando o reinfectando a su pareja sexual femenina mientras no se trate la infección. Por lo tanto, ambos en la pareja deben tratarse la infección al mismo tiempo para eliminar el parásito. Las personas que se están tratando la tricomoniasis deben evitar tener relaciones sexuales hasta que tanto ellas como sus parejas hayan terminado el tratamiento y no tengan síntomas. Las mujeres embarazadas pueden tomar metronidazol.
    El hecho de que una persona haya tenido tricomoniasis una vez no significa que no pueda contraerla de nuevo. Una persona puede seguir siendo susceptible a la reinfección aun cuando haya completado el tratamiento

    ¿Cómo se previene la tricomoniasis?

    La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es la abstención del contacto sexual, o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas de detección y que se sabe que no tiene ninguna infección.
    Los condones de látex para los hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la tricomoniasis.
    Cualquier síntoma en el área genital, como por ejemplo secreción o ardor al orinar, una llaga o irritación poco usual, debe ser razón para dejar de tener relaciones sexuales y consultar con un médico de inmediato. Una persona a quien se le haya diagnosticado tricomoniasis (o cualquier otra ETS) debe recibir tratamiento y avisar a todas las personas con las que haya tenido relaciones sexuales recientemente para que éstas también consulten a un médico y puedan tratarse. Esto reduce el riesgo de que las parejas sexuales presenten complicaciones por la tricomoniasis y el riesgo de reinfección en las personas que han tenido el parásito. Una persona con tricomoniasis y todas sus parejas sexuales recientes deben dejar de tener relaciones sexuales para hacerse el tratamiento contra la infección y esperar a que desaparezcan los síntomas.
  • Vaginosis bacteriana (VB) :

    ¿Qué es la vaginosis bacteriana?

    Vaginosis bacteriana (VB) es el nombre que se le da a una afección que ocurre en las mujeres, en la cual el equilibrio bacteriano normal en la vagina se ve alterado y en su lugar ciertas bacterias crecen de manera excesiva. En ocasiones, va acompañada de flujo vaginal, olor, dolor, picazón o ardor.

    ¿Qué tan común es la vaginosis bacteriana?

    La vaginosis bacteriana (VB) es la infección vaginal más frecuente en las mujeres en edad de procrear. En los Estados Unidos, la vaginosis bacteriana ocurre con frecuencia entre las mujeres embarazadas.

    ¿Cómo se contrae la vaginosis bacteriana?

    La causa de la vaginosis bacteriana no se conoce del todo. La VB está asociada a un desequilibrio en la cantidad de bacterias que normalmente se encuentran en la vagina de la mujer. Normalmente, la mayoría de las bacterias en la vagina son “buenas”, pero también hay unas cuantas bacterias que son “dañinas”. La VB se presenta cuando hay un aumento del número de bacterias dañinas.
    No se sabe mucho acerca de cómo las mujeres contraen la vaginosis bacteriana. Todavía hay muchas preguntas para las que no se han encontrado respuesta acerca del papel de las bacterias nocivas como causa de la VB. Cualquier mujer puede contraer una vaginosis bacteriana.
    No obstante, algunas actividades o conductas como las siguientes alteran el equilibrio normal de las bacterias en la vagina y exponen a la mujer a un riesgo mayor de contraer la VB.
    • Tener una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales.
    • Utilizar duchas vaginales.
    El papel que desempeña la actividad sexual en la aparición de la VB no está claro. Las mujeres no contraen la vaginosis bacteriana por el contacto con los inodoros, la ropa de cama, las piscinas o por tocar los objetos que las rodean. Las mujeres que nunca han tenido relaciones sexuales también pueden padecer esta infección.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas de la vaginosis bacteriana?

    Las mujeres con VB pueden tener un flujo vaginal anormal con un olor desagradable. Algunas mujeres manifiestan sentir un fuerte olor a pescado, especialmente después de haber tenido relaciones sexuales. De estar presente, el flujo vaginal suele ser de color blanco o gris y puede ser poco espeso. Las mujeres con VB también pueden sentir ardor al orinar o picazón en la parte externa de la vagina o ambos síntomas. Sin embargo, la mayoría de las mujeres indican no tener ni signos ni síntomas.

    ¿Cuáles son las complicaciones de la vaginosis bacteriana?

    En la mayoría de los casos, la vaginosis bacteriana no produce complicaciones; sin embargo, la VB puede exponer a las mujeres a graves riesgos como los siguientes:
    • La VB puede aumentar la susceptibilidad de la mujer a la infección por el VIH si está expuesta a este virus.
    • La VB aumenta la probabilidad de que una mujer con VIH transmita este virus a su pareja sexual.
    • La VB ha sido asociada a un aumento de infecciones después de procedimientos quirúrgicos como la histerectomía o el aborto.
    • La VB en la mujer embarazada puede aumentar el riesgo de complicaciones del embarazo como el parto prematuro.
    • La VB puede aumentar la susceptibilidad de la mujer a contraer otras ETS, tales como el virus del herpes simple (VHS), la infección por clamidia y la gonorrea.

    ¿Qué efectos tiene la vaginosis bacteriana en la mujer embarazada y en su bebé?

    Las mujeres embarazadas que tienen vaginosis bacteriana, con frecuencia dan luz a bebés prematuros o con bajo peso (menos de 5.5 libras).
    Algunas veces, las bacterias que provocan la VB pueden infectar el útero (matriz) y las trompas de Falopio (conductos que transportan los óvulos al útero). A este tipo de infección se le llama enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La EIP puede provocar infertilidad o suficientes daños a las trompas de Falopio como para aumentar el riesgo de un embarazo ectópico e infertilidad en el futuro. El embarazo ectópico es una enfermedad potencialmente mortal en la cual un óvulo fecundado crece fuera del útero, usualmente en una trompa de Falopio, la cual puede romperse.

    ¿Cómo se diagnostica la vaginosis bacteriana?

    El médico debe examinar la vagina a fin de detectar signos de vaginosis bacteriana y tomar una muestra del flujo vaginal para realizar pruebas de laboratorio en busca de bacterias asociadas a la VB.

    ¿Cua´l es el tratamiento de la vaginosis bacteriana?

    Aun cuando algunas veces la vaginosis bacteriana desaparece sin tratamiento, toda mujer con síntomas de VB debe ser tratada, de manera que se eviten complicaciones. Por lo general, no es necesario tratar a la pareja sexual masculina. Sin embargo, la VB puede ser transmitida entre parejas sexuales femeninas.
    El tratamiento es de particular importancia en las mujeres embarazadas. Toda mujer que haya tenido un parto prematuro o un bebé con bajo peso al nacer debe ser examinada para detectar la vaginosis bacteriana, independientemente de los síntomas, y si se comprueba la enfermedad debe recibir tratamiento. Todas las mujeres con síntomas de VB deben ser examinadas y tratadas.
    Algunos médicos recomiendan que todas las mujeres que se practiquen una histerectomía o un aborto reciban antes el tratamiento contra la VB, independientemente de los síntomas, a fin de reducir el riesgo de contraer la EIP.
    La VB se trata con antibióticos recetados por un médico. Se recomiendan dos antibióticos diferentes para el tratamiento de la vaginosis bacteriana: metronidazol y clindamicina. Cualquiera de los dos antibióticos puede utilizarse tanto en mujeres embarazadas como no embarazadas, pero según el caso se recomiendan dosis diferentes. Las mujeres con VB que también son VIH positivas deben recibir el mismo tratamiento que reciben las mujeres VIH negativas. La VB puede reaparecer después del tratamiento.

    ¿Cómo puede prevenirse la vaginosis bacteriana?

    Los científicos no entienden del todo la VB; por lo tanto, no se conocen las mejores maneras de prevenirla. No obstante, se sabe que la VB está asociada a tener una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales.
    Los siguientes pasos básicos de prevención pueden ayudar a reducir el riesgo de alterar el equilibrio natural de las bacterias en la vagina y la aparición de la VB:
    • Practicar la abstinencia sexual.
    • Limitar el número de parejas sexuales.
    • No darse duchas vaginales.
    • Tomar todo el medicamento recetado para tratar la VB, aun cuando hayan desaparecido los signos y síntomas.
  • Virus del papiloma humano (VPH) :

    ¿Qué es la infección genital por el VPH?

    El virus del papiloma humano genital (también conocido como VPH) es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más de 40 tipos de VPH que pueden infectar las zonas genitales de los hombres y las mujeres. Estos tipos de VPH también pueden infectar la boca y la garganta. La mayoría de las personas que resultan infectadas por el VPH ni siquiera lo saben.
    El VPH no es igual al virus del herpes o del VIH (el virus que causa el sida). Todos estos virus se pueden transmitir durante el contacto sexual, pero causan síntomas y problemas de salud distintos.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas de la infección por el VPH y qué problemas de salud puede ocasionar?

    La mayoría de las personas infectadas por el VPH no presentan síntomas o problemas de salud. En el 90% de los casos, el sistema inmunitario del cuerpo elimina de manera natural la infección por el VPH en un periodo de dos años.
    • Pero hay ocasiones en que ciertos tipos de VPH causan verrugas genitales en hombres y mujeres. En casos inusuales, estos tipos de virus también causan verrugas en la garganta, una afección llamada papilomatosis respiratoria recurrente o PRR.
    • Otros tipos de VPH pueden causar cáncer de cuello uterino. Estos tipos de VPH también pueden ocasionar otros cánceres graves aunque menos frecuentes, como los cánceres de vulva, vagina, pene, ano y de cabeza y cuello (lengua, amígdalas y garganta).
    Los tipos de VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que causan cáncer. No hay manera de saber si una persona con el VPH padecerá cáncer u otros problemas de salud.

    Signos y síntomas de los problemas de salud relacionados con el VPH:

    Las verrugas genitales por lo general aparecen en las zonas genitales como pequeños granitos individuales o en grupo. Pueden ser pequeñas o grandes, planas o elevadas o en forma de coliflor. Los proveedores de atención médica pueden diagnosticar las verrugas con solo mirar el área genital durante la consulta médica. Las verrugas pueden aparecer semanas o meses después del contacto sexual con una pareja infectada, aun cuando esta persona no tenga signos de verrugas genitales. Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar en tamaño y en número. Las verrugas no se convertirán en cáncer.
    El cáncer de cuello uterino por lo general no presenta síntomas sino hasta que está en una etapa avanzada. Por esta razón, es importante que las mujeres se realicen periódicamente pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. Estas pruebas pueden identificar signos iniciales de la enfermedad para que sean tratados en forma temprana, antes de que deriven en cáncer.
    Otros cánceres relacionados con el VPH pueden no presentar signos o síntomas sino hasta que estén avanzados y sean difíciles de tratar. Entre estos se incluyen los cánceres de vulva, vagina, pene, ano y cabeza y cuello. Para conocer los signos y síntomas de estos cánceres, visite 
    La papilomatosis respiratoria recurrente o PRR causa el crecimiento de verrugas en la garganta. Algunas veces puede bloquear las vías respiratorias, causando ronquera o dificultad para respirar.

    ¿Cómo se contrae el VPH genital?

    El VPH se transmite por contacto genital, más a menudo por las relaciones sexuales vaginales y anales. El VPH también se puede transmitir por las relaciones sexuales orales y el contacto entre partes genitales. El VPH se puede transmitir entre parejas heterosexuales y homosexuales, aun cuando la pareja infectada no tenga signos o síntomas.
    Una persona puede tener VPH años después de haber tenido contacto sexual con una pareja infectada. La mayoría de las personas infectadas no saben que están infectadas o que están transmitiendo el virus a su pareja. También es posible contraer más de un tipo de VPH.
    En muy pocos casos, una mujer embarazada que tiene el VPH genital puede transmitir el virus a su bebé durante el parto. Si esto ocurre, el bebé puede contraer papilomatosis respiratoria recurrente.

    ¿Cómo causa el VPH las verrugas genitales y el cáncer?

    El VPH puede hacer que las células normales de la piel infectada se vuelvan anormales. La mayoría de las veces, estos cambios en las células no se pueden ver ni sentir. Casi siempre, el cuerpo combate en forma natural el VPH y las células infectadas vuelven a su normalidad. Cuando el cuerpo no elimina el VPH, el virus puede causar cambios visibles en la forma de verrugas genitales o cáncer. Las verrugas pueden aparecer semanas o meses después de contraer el VPH. El cáncer suele demorar años en aparecer después de que se contrae el VPH.

    ¿Qué tan frecuentes son las enfermedades causadas por el VPH y las relacionadas con esta infección?

    VPH (el virus). En la actualidad, alrededor de 20 millones de estadounidenses están infectados con el VPH. Otros seis millones de personas contraen anualmente la infección por primera vez. El VPH es tan común, que al menos el 50% de los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida.
    Verrugas genitales. En los Estados Unidos, cerca del 1% de los adultos sexualmente activos tienen verrugas genitales en algún momento.
    Cáncer de cuello uterino. Todos los años, alrededor de 12,000 mujeres en los Estados Unidos contraen cáncer de cuello uterino.
    Otros cánceres que puede causar el VPH son menos frecuentes que el cáncer de cuello uterino. Cada año en los Estados Unidos:
    • 3,700 mujeres contraen cáncer de vulva
    • 1,000 mujeres contraen cáncer de vagina
    • 1,000 hombres contraen cáncer de pene
    • 2,700 mujeres y 1,700 hombres contraen cáncer anal
    • 2,300 mujeres y 9,000 hombres contraen cánceres de cabeza y cuello. [Nota: a pesar de que el VPH está asociado a algunos cánceres de cabeza y cuello, la mayoría de estos cánceres tienen una relación con el tabaquismo y el alcoholismo.]
    Ciertos grupos enfrentan un riesgo más alto de padecer algunos problemas de salud relacionados con el VPH. En estos grupos se incluyen los hombres homosexuales y bisexuales y las personas con sistemas inmunitarios débiles (incluidas las que tienen VIH/sida).
    La PRR o papilomatosis respiratoria recurrente es muy inusual. Se calcula que anualmente menos de 2,000 niños contraen la papilomatosis respiratoria recurrente.

    ¿Cómo puede prevenir la infección por el VPH?

    Hay muchas formas en que una persona puede reducir la probabilidad de contraer el VPH:
    • Las vacunas pueden proteger a hombres y mujeres contra casi todos los tipos comunes de VPH. Estas vacunas se administran en tres inyecciones. Es importante recibir las tres dosis para contar con la mejor protección. Las vacunas son más eficaces si se administran antes de que la persona vaya a tener su primer contacto sexual, cuando podría estar expuesta al VPH.
      • Niñas y mujeres: Existen dos vacunas (Cervarix y Gardasil) para proteger a las mujeres contra los tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino. Una de estas vacunas (Gardasil) también protege contra la mayoría de las verrugas genitales. Ambas vacunas están recomendadas para niñas de 11 a 12 años de edad y para niñas y mujeres de 13 a 26 años que no hayan recibido ninguna dosis o que no hayan completado la serie cuando eran más pequeñas. Estas vacunas también se pueden comenzar a poner en niñas a partir de los nueve años de edad. Se recomienda que, en lo posible, las tres dosis de la vacuna que se pongan en una niña o una mujer sean de la misma marca.
      • Niños y hombres: Una de estas vacunas (Gardasil) protege a los varones contra la mayoría de las verrugas genitales. Esta vacuna está disponible para varones de 9 a 26 años de edad.
    • Las personas que decidan llevar una vida sexual activa pueden reducir su riesgo de contraer el VPH mediante el uso de condones. Para que sean más eficaces, los condones se deben usar en todas las relaciones sexuales, desde el inicio hasta el final. Los condones también pueden disminuir el riesgo de contraer otras enfermedades relacionadas con el VPH, como las verrugas genitales y el cáncer de cuello uterino. Pero el VPH puede infectar las áreas que no queden cubiertas por el condón, por lo que los condones no protegen completamente contra el VPH.
    • Una persona puede reducir las probabilidades de contraer el VPH si permanece fiel en su relación de pareja, limita el número de parejas sexuales y escoge una pareja que ha tenido muy pocas o ninguna pareja sexual. Sin embargo, hasta las personas que en toda su vida han tenido una sola pareja sexual pueden contraer el VPH. Y puede que no sea posible determinar si una pareja que ha sido sexualmente activa en el pasado está infectada en la actualidad. Por esta razón, la única forma segura de prevenir el VPH es abstenerse de toda actividad sexual.

    ¿Cómo pueden prevenirse las enfermedades relacionadas con el VPH?

    Existen maneras de prevenir los posibles efectos del VPH en la salud, incluso los dos problemas más frecuentes: verrugas genitales y cáncer de cuello uterino.
    • Prevención de verrugas genitales: Existe una vacuna (Gardasil) que protege a hombres y mujeres contra la mayoría de las verrugas genitales (ver sección anterior).
    • Prevención del cáncer de cuello uterino: Existen dos vacunas (Cervarix y Gardasil) que pueden proteger a las mujeres contra la mayoría de los cánceres de cuello uterino (ver sección anterior). El cáncer de cuello uterino también se puede prevenir mediante la realización de pruebas de detección periódicas y el seguimiento de los resultados anormales. La prueba de Papanicolau permite identificar células anormales en el cuello uterino que deberán extirparse antes de que se conviertan en cáncer. La prueba del ADN del VPH, que puede detectar VPH en el cuello uterino de la mujer, se puede usar en algunos casos en combinación con la prueba de Papanicolaou. Incluso las mujeres que recibieron la vacuna cuando eran más jóvenes necesitarán hacerse pruebas periódicas de detección del cáncer de cuello uterino, ya que la vacuna no protege contra todos los tipos de este cáncer.
    • Prevención de los cánceres de pene y de ano: No existe una prueba de detección aprobada para identificar las etapas iniciales de los cánceres de pene o de ano. Algunos especialistas recomiendan pruebas anuales de Papanicolau para detectar cáncer de ano en hombres homosexuales y bisexuales y en personas que tienen el VIH. Esto se debe a que el cáncer anal es más común en esos grupos. Estas pruebas no se recomiendan como exámenes rutinarios para la detección del cáncer anal porque se necesita más información para saber si son eficaces.
    • Prevención de los cánceres de cabeza y cuello: No existe una prueba aprobada para identificar los signos tempranos de los cánceres de cabeza y cuello, pero hay pruebas que pueden realizar los médicos especialistas en personas  con posibles síntomas de estos cánceres. Prevención de la PRR: No se recomiendan las cesáreas en las mujeres que tienen verrugas genitales como medida para prevenir la transmisión de PRR o papilomatosis respiratoria recurrente a sus bebés. Esto se debe a que no se sabe muy bien si el parto por cesárea previene la PRR en bebés y niños.

    ¿Existe una prueba de detección del VPH?

    Las pruebas para detectar el VPH que existen en el mercado solo se utilizan para detectar cáncer de cuello uterino. No existe una prueba general para hombres o mujeres que determine si una persona tiene el VPH, como tampoco existe una prueba para detectar el VPH en los genitales o en la boca o la garganta. Pero el VPH por lo general desaparece por sí solo, sin causar problemas de salud. De tal manera que si hoy se detecta una infección por el VPH, lo más probable es que dentro de uno o dos años haya desaparecido.

    ¿Existen tratamientos contra el VPH o las enfermedades relacionadas con este virus?

    No existe un tratamiento para atacar el virus, pero hay tratamientos para las enfermedades que el VPH puede causar:
    Un paciente puede eliminar las verrugas genitales visibles con el uso de medicamentos. También las puede tratar un proveedor de atención médica. Algunas personas prefieren no tratarse las verrugas, para ver si desaparecen por sí solas. Ningún tratamiento es mejor que otro.
    El cáncer de cuello uterino se puede tratar más fácilmente si se diagnostica en su etapa inicial. Sin embargo, una mujer que se hace en forma periódica la prueba de Papanicolaou y hace el seguimiento adecuado puede identificar problemas antes de que aparezca el cáncer. La prevención es preferible al tratamiento.Otros tipos de cánceres relacionados con el VPH también se pueden tratar más fácilmente si se diagnostican y tratan en etapas iniciales. La PRR se puede tratar mediante cirugía o medicamentos. En ocasiones puede requerir de muchos tratamientos o cirugías a lo largo de un periodo de años.
  • Otras ETS :

    ¿Qué es LGV?

    El LGV (linfogranuloma venéreo) es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por tres cepas de la bacteria Chlamydia trachomatis. Los signos visuales incluyen una o más pápulas genitales (p.ej., superficies elevadas o granos) y/o úlceras e inflamación de los ganglios linfáticos del área genital. El LGV también puede producir úlceras rectales, sangrado, dolor y flujo, especialmente en personas que practican relaciones sexuales anales receptivas. Las lesiones genitales causadas por el LGV se pueden confundir con otras ETS ulcerativas, como la sífilis, el herpes genital y el chancroide. Las complicaciones de un LGV no tratado pueden incluir agrandamiento y ulceración de los genitales externos y obstrucción linfática, lo cual puede llevar a una elefantiasis de los genitales.

    ¿Qué tan frecuente es el LGV?

    Los signos y síntomas asociados con la infección rectal pueden ser confundidos erróneamente con los que causa una colitis ulcerativa. Si bien la frecuencia de la infección por LGV parece ser inusual en los países industrializados, su identificación no siempre es muy clara, por lo que se desconoce el número de casos de LGV en Estados Unidos. Sin embargo, los brotes que se han registrado en Holanda y en otros países europeos entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) han hecho aumentar la preocupación en torno a los casos de LGV en EE. UU.

    ¿Cómo se contrae el LGV?

    El LGV se transmite de persona a persona a través del contacto directo con lesiones, úlceras y otras áreas donde se localiza las bacterias. La transmisión de la bacteria ocurre durante la penetración sexual (vaginal, oral o anal) y también puede ser a través del contacto de piel a piel. Se desconoce la probabilidad de infección por el LGV después de una exposición, pero se le considera menos infecciosa que otras ETS. Una persona que ha tenido contacto sexual con una pareja infectada con LGV debe examinarse dentro de los 60 días desde la aparición de los síntomas para que se le hagan pruebas de infección clamidial en la uretra o el cuello uterino y sea tratada con doxiciclina, dos veces al día durante siete días.

    ¿Cuáles son los signos y síntomas?

    El LGV puede ser difícil de diagnosticar. Por lo general, la lesión primaria que produce el LGV puede consistir en una lesión genital o rectal pequeña, que puede ulcerarse en la zona de la transmisión después de un período de incubación de 3 a 30 días. Estas úlceras pueden permanecer sin detectarse en la uretra, la vagina o el recto. Al igual que con otras ETS que causan úlceras, el LGV puede facilitar la transmisión o adquisición del VIH.

    ¿Cómo se diagnostica el LGV?

    Debido a que las pruebas comerciales son limitadas, el diagnóstico se basa principalmente en los hallazgos clínicos. Es posible la identificación directa de la bacteria si se realiza una prueba de clamidia a partir de una muestra de la lesión o el sitio de la infección, pero esto no indicaría si la infección por clamidia es LGV. Sin embargo, las pruebas habituales de clamidia que están disponibles no han sido aprobadas por la FDA para analizar muestras rectales. Si un paciente tiene signos o síntomas rectales que hagan sospechar de LGV, un proveedor de atención médica puede tomarle una muestra y enviarla a su respectivo departamento de salud local para que a su vez se envíe a los CDC, los cuales trabajan con los departamentos de salud estatales y locales para analizar muestras y validar los métodos para diagnosticar el LGV.

    ¿Cuál es el tratamiento para el LGV?

    No existe ninguna vacuna contra las bacterias. El LGV puede ser tratado con antibióticos por tres semanas. Las guías de los CDC para el tratamiento de las ETS recomiendan usar doxicilina dos veces al día durante 21 días. Un tratamiento alternativo consiste en el uso de eritromicina base o azitromicina. El proveedor de atención médica determinará cuál es el mejor tratamiento. Si usted ha recibido tratamiento para el LGV, avísele a todas las personas con las que haya tenido relaciones sexuales 60 días antes de la aparición de los síntomas, para que se puedan examinar y tratar. Esto reducirá el riesgo de que sus parejas presenten síntomas o graves complicaciones de LGV. También se reducirá el riesgo de que usted se reinfecte, así como el riesgo de contagio continuo en la comunidad. Usted y todas sus parejas sexuales deben evitar las relaciones sexuales hasta que hayan terminado el tratamiento para la infección y hayan desaparecido los síntomas, tanto de usted como de sus parejas.
    NOTA: La doxiciclina no se recomienda en mujeres embarazadas. Las mujeres embarazadas y lactantes deben ser tratadas con eritromicina. La azitromicina puede ser útil en el tratamiento del LGV durante el embarazo, pero no existe información publicada que se refiera a su seguridad y eficacia. Un proveedor de atención médica (como un doctor o una enfermera) puede explicar a sus pacientes las opciones de tratamiento.
    Las personas que tienen infección por el LGV y el VIH deben recibir el mismo tratamiento para el LGV que las personas que son VIH negativas. Es posible que las personas con el VIH requieran de un tratamiento prolongado y que los síntomas tarden en desaparecer.

    ¿Cómo puede prevenirse el LGV?

    La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es abstenerse del contacto sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas de detección, que no tenga síntomas y que no tenga una infección.
    Los condones de látex para hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión del LGV. Las enfermedades genitales ulcerosas pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas que estén o no cubiertas (protegidas por un condón).
    Haber tenido el LGV y finalizado el tratamiento no previene una reinfección. Existe un tratamiento efectivo y es importante que las personas que se sospecha que tienen el LGV reciban tratamiento como si tuvieran la infección. Las personas que reciben tratamiento para el LGV deben abstenerse del contacto sexual hasta que desaparezca la infección.

METODOS NATURALES

Métodos naturales de planificación


¿Qué son los métodos naturales de planificación familiar?

Los métodos naturales de planificación familiar son una forma para ayudar a la pareja a determinar cuando el acto sexual puede resultar y cuando no puede resultar en un embarazo. Durante cada ciclo menstrual uno de los ovarios de la mujer libera un óvulo. Este proceso se llama ovulación. El huevo se mueve hacia el útero a través de las trompas de Falopio donde la fertilización tiene lugar. Un huevo no fertilizado puede vivir durante 12 a 24 horas. El huevo será eliminado luego durante el ciclo menstrual si es que no es fertilizado. Una mujer tiene mayor probabilidad de embarazarse si el coito ocurre inmediatamente antes o después de la ovulación.

Durante el ciclo menstrual un número de cambios ocurren en el cuerpo de la mujer. Llevando un seguimiento de estos cambios las parejas pueden planear cuando tener coito y cuando evitar tenerlo dependiendo de si están tratando de evitar o de lograr un embarazo.

¿Cómo funcionan lo métodos naturales de planificación familiar?

En la actualidad se enseñan dos métodos naturales de planificación familiar. El primero es el método de la ovulación. En este método, se determinan los días justo antes y justo después de la ovulación revisando el moco cervical de la mujer. El moco cervical es claro, se estira y es fino cuando la mujer tiene mayor probabilidad de quedar en embarazo. Algunas personas dicen que el moco cervical durante este período se parece y siente tal como la clara de un huevo que no ha sido cocido.

El segundo método es el método sintotérmico. Con este método la mujer se toma la temperatura cada día con un termómetro especial y la anota en una gráfica. En el momento de la ovulación la temperatura de la mujer aumenta ligeramente. La mujer también chequea la consistencia de su moco cervical. Ella también puede notar otros cambios tales como dolor en el área de los ovarios, hinchazón, dolor en la parte baja de la espalda y sensibilidad al tacto en los senos.

En ambos métodos las parejas usan una gráfica especial para hacer un seguimiento de los cambios en el cuerpo de la mujer.

¿Qué tan efectivos son esos métodos para ayudar a una pareja a evitar el embarazo?

Estos métodos pueden ayudar a una pareja a evitar el embarazo si la pareja recibe entrenamiento de un instructor especializado y si siguen cuidadosamente las instrucciones que les han proporcionado. Pregúntele a su médico cómo encontrar un instructor que tenga entrenamiento especial en enseñanza de métodos naturales de planificación familiar. Ambos métodos pueden tener una efectividad entre 90 y 98% —entre dos y diez embarazos por cada 100 parejas— cuando se practican correctamente. Sin embargo, si las parejas no siguen las instrucciones completamente estos métodos serán mucho menos efectivos. En la práctica, estos métodos pueden no ser tan seguros como otras formas para el control de la natalidad.

¿Los métodos de planificación familiar natural pueden ayudarle a una pareja a lograr un embarazo?

Sí. Tanto como dos de cada tres parejas que no tienen problemas de fertilidad logran quedar en embarazo si tienen coito en los días en que el moco cervical está más claro, y por lo tanto se estira más.

¿Y con respecto al método del ritmo?

El método del ritmo se basa en cálculos hechos con el calendario con respecto a los ciclos menstruales anteriores. Este método no tiene en cuenta los cambios normales que ocurren y son comunes en el ciclo menstrual. El método del ritmo no es tan seguro como el método de la ovulación o el método sintotérmico y por lo general no es recomendable. Las mujeres que no tienen ninguna variación en la duración de sus ciclos menstruales pueden usar el método del ritmo para saber cuando están ovulando; 14 días antes de que les empiece el período.

¿Y con respecto a las mujeres con ciclos irregulares o que están lactando (amamantando)?
Es común para una mujer tener ciclos menstruales que son irregulares; ya sea más cortos o menos cortos que 28 días. Una mujer que tiene ciclos menstruales irregulares aún puede darse cuenta de cuando está ovulando fijándose en los cambios en su cuerpo.

Se han desarrollado instrucciones especiales para madres que están lactando a sus bebés. Pídale a su médico estas instrucciones si usted está lactando.
  
 

lunes, 8 de noviembre de 2010

METODOS DE PROECCION DE LOS HOMBES

Preservativos :
Preservativos masculinos

El preservativo masculino¿Que es el preservativo y cómo funciona?
El preservativo masculino es una envoltura que se usa sobre el pene durante la relación sexual. Previene el embarazo actuando como barrera y evitando que el semen masculino se vierta en la vagina y que los espermatozoides puedan penetrar en el óvulo y fecundarlo. Los preservativos disminuyen las posibilidades de que mujeres y hombres contraigan enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el HIV. Hay decenas de formas, texturas y estilos de preservativos para elegir, algunos más efectivos que otros. Los preservativos pueden ser de latex, poliuretano o piel de cordero (natural). Pueden ser o no lubricados. Algunos contienen espermicidas, otros no. Es major no usar condones con espermicida.


De 100 mujeres usando preservativos
Uso tipico: 14 de ellas se embarazanicon representing 14 pregnant women
Uso perfecto: 3 de ellas se embarazanicon representing 3 pregnant women


¿Importa qué tipo de preservativo uso?
Si, el mejor es el de latex. Brinda la mejor protección, tanto para el embarazo, como para las enfermedades de transmisión sexual. Si eres alérgico al latex, los de poliuretano son un buen método. Ellos brindan la misma protección frente al embarazo y alguna protección frente a las ETS, pero se rompen o se deslizan más frecuentemente que los de latex. Los preservativos naturales o de piel de cordero, son efectivos frente a la prevención del embarazo, pero no son efectivos para la prevención de las ETS. Es una decisión personal usar los preservativos lubricados o no, pero la mayoría de los adolescentes los prefiere lubricados.

¿Qué efectivo es el preservativo en el control de la fertilidad?
Si la mujer usa el preservativo en cada relación sexual y sigue las instrucciones siempre, su efectividad es del 97%. Es decir que lo debe usar siempre, durante toda la relación sexual y no sólo, en el momento de la eyaculación. Esto significa que si 100 mujeres usan preservativo masculino correctamente todo el tiempo, 3 mujeres quedan embarazadas en 1 año.

Es obvio que si el preservative masculino es mas efectivo contra la fertilidad cuando se usa todo el tiempo y siempre correctamente. Si mujeres usan el preservative masculine, pero no lo usan perfectamente, la efectividad disminuye a un 86%. Esto significa que si 100 mujeres usan el preservative masculine, pero no lo usan perfectamente cada vez, por lo menos 12 mujeres quedarán embarazadas en un año.

La mayoría de las fallas de este método, es por uso inadecuado. El empleo de los preservativos vencidos, es causa de mayor índice de ruptura.

¿Qué efectivo es el preservativo en la prevención de las Enfermedades de Transmisión Sexual?
La respuesta a esta pregunta depende de qué tipo de preservativo uses. El preservativo de latex brinda una excelente protección frente a las ETS. Los preservativos de poliuretano, brindan alguna protección frente a las ETS, aunque no es claro cuán eficaces son. Es importante recordar que los preservativos de cordero o naturales, no protegen de las ETS.

La respuesta a esta pregunta depende de a cual tipo de ETS nos estamos refiriendo. Los preservativos de latex son efectivos contra las ETS que están en los fluidos (sangre o semen) tal como el virus VIH/SIDA, hepatitis, chlamydia y gonorrea. Los preservativos son mucho menos efectivos frente a las ETS causadas por organismos que viven en lesiones inflamadas o ulceradas de las mucosas genitales, tal como sífilis, herpes y virus del papiloma humano (también llamados verrugas genitales).

¿Dónde debo guardar los preservativos no usados?
Debemos guardarlos en lugares secos, con poca luz y a temperatura ambiente. Extremo frío o calor debilitan el material. La luz solar o la humedad pueden causar mayor número de rupturas o desgarros. Los preservativos no se deben llevar en una billetera o guardar en la gaveta del auto, por más de dos semanas, porque el material se debilitará y será más propenso a que se desgarre o rompa.

¿Cuánto tiempo los preservativos se mantienen en correcto estado?
Siempre corrobore la fecha de vencimiento de la caja. Algunos están marcados con la fecha de manufactura. Se puede usar un preservativo hasta cuatro años después de la fecha de manufactura. Otros preservativos están marcados con la fecha de expiración. No se debe usar más allá de la fecha de vencimiento indicada en la etiqueta. Si no está seguro de la fecha de vencimiento del preservativo, tírelo y use uno nuevo. Nunca use un preservativo que esté frágil, quebradizo, dañado o de color inusual.

¿Cómo usar el preservativo?
Primero use un preservativo nuevo cada vez que tenga sexo vaginal, anal u oral. Tenga cuidado cuando abra un paquete de preservativos no romper o desgarrar el latex con los dientes, uñas o anillos. No desenrolle el preservativo antes de colocarlo sobre el pene, porque puede debilitar el latex y deteriorarlo al mismo tiempo y volver peligroso su uso. Puede colocarle el preservativo al hombre o colocárselo él solo.

Suavemente se debe presionar el aire del extremo superior del preservativo, antes de colocarlo sobre el pene. Asegurarse haber dejado un centímetro de espacio en el fondo del preservativo, para coleccionar el semen, así este no se escurrirá por el costado lateral del mismo. Se puede usar lubricantes acuosos (como glicerinas o jaleas)durante la relación, para evitar que el preservativo se rompa. Si coloca una gota de jalea lubricante dentro del fondo del preservativo, puede incrementar la sensación a la par de aumentar la seguridad.

Nunca use un lubricante de base oleosa, porque debilitará el preservativo y lo hará más proclive a romperse. Ejemplo de lubricantes oleosos son lociones, vaselina o aceites para bebes. Las medicaciones para tratar infecciones micóticas en las mujeres, suelen favorecer su ruptura.
Sostenga el extremo del preservativo entre los dedos pulgar e índice y colóquelo sobre la cabeza del pene. Si el pene no es circunciso, tire hacia atrás la piel del prepucio, antes de colocar el preservativo sobre él. Extraiga el exceso de aire para evitar que el preservativo estalle. Coloque el preservativo cuando el pene esté eréctil. Desenróllelo sobre todo el largo del pene eréctil.

Los preservativos

Luego que el hombre ha eyaculado, debe retirarlo cuando el pene está aún eréctil, pues el preservativo puede fácilmente escurrirse cuando éste está flácido. él deberá sostener el preservativo sobre la base del pene mientras se retira de la vagina para evitar que se derrame el semen. Suavemente enrolle el preservativo hasta la extremidad del pene para removerlo.

¿Qué se debe hacer con un preservativo usado?
Se debe envolver el preservativo usado y tirarlo a un cesto de desechos. No lo tire por el inodoro, pues puede obstruir la cañeria. Los preservativos no pueden ser usados dos veces, por lo tanto usar uno con cada relación sexual y luego descartarlo.

¿Qué pasa si el preservativo se rompe o desgarra?
Primero ¡No desespere! El pene debe ser retirado inmediatamente. (Si se va a continuar la relación sexual, usar un preservativo nuevo). La jalea o espuma anticonceptiva debe ser colocada en la vagina y la mujer no debe efectuar duchas vaginales. Las duchas vaginales pueden causar infecciones. Si está preocupada por un embarazo o por una ETS, consulte a su médico o asistente de salud. Debe pensar en efectuar una contracepción de emergencia.

¿Con qué frecuencia se rompen los preservativos?
Los preservativos raramente se rompen si son bien guardados y usados correctamente. Estudios muestran, que los de latex, se rompen solo alrededor de 0,4%(4 de cada 1000) y los de poliuretano se rompen el 4% (4 de cada 100). Las parejas que usan poliuretano tienen 9 veces más posibilidades de rupturas que aquellas que usan preservativos de latex. Cuando los preservativos se rompen, usualmente es porque no se dejó el espacio para el semen en el fondo del mismo, o estaban vencidos, o fueron expuestos al sol o al calor, o fueron desgarrados por los dientes o por las uñas. También perjudica el empleo de lubricantes en base oleosa en lugar de base acuosa, que causan su ruptura. Si el preservativo se guarda y usa correctamente, es muy difícil que se rompa.

¿Qué pasa si el preservativo se sale y no puede ser extraído de la vagina?
¡No se asuste! Trate de alcanzarlo con el dedo y extraerlo de la vagina, en caso contrario contactarse con el médico o asistente de salud y pedir una consulta.

¿Qué pasa si mi pareja o yo tenemos una reacción alérgica con el uso del preservativo?
Algunas personas pueden tener reacción alérgica al preservativo. Esto puede deberse al espermicida o al latex. Pruebe uno libre de espermicida, lo cual se recomienda igual. Si piensa que el latex puede ser el responsable de la alergia, debe usar un preservativo masculino o femenino de poliuretano. Hable con su médico o su asistente de salud frente a cualquier duda.
        

Coito interruptus  : 
¿Que es el coito interruptus?
Coito Interruptus es cuando un hombre retira completamente su pene de la vagina de la mujer antes de eyacular, que es cuando elimina todo el esperma junto. No es un buen método anticonceptivo, pues es muy difícil prevenir que la eyaculación fuera de la vagina sea efectiva. El coito interruptus, a menudo es poco efectivo porque el fluido que se escapa del pene antes de la eyaculación, puede contener esperma de una eyaculación previa.


De 100 mujeres usando coito interruptus
Uso tipico: 19 de ellas se embarazanicon representing 19 pregnant women
Uso perfecto: 4 de ellas se embarazanicon representing 4 pregnant women


Si una mujer emplea el método del coito interruptus, siempre que mantenga relaciones sexuales y lo hace correctamente, es 96% efectivo. Esto significa que si 100 mujeres usan el coito interruptus todo el tiempo, y siempre lo hacen de manera correcta, lo que es casi imposible, 4 mujeres se quedarán embarazadas en un año.

De todas maneras con el empleo habitual, el método tiene un índice de seguridad del 81%. Esto significa que si 100 mujeres usan el método de coito interruptus, pero no lo usan todo el tiempo o no siempre correctamente, 19 de ellas quedarán embarazadas en un año. El coito interruptus no es un método efectivo frente a las ETS